El mensaje llegó a mi Whatsapp. El texto narraba que el Presidente Municipal de Ciudad Victoria Lalo Gattas, su hermano Mauricio Gattas y el socio de este último Ubaldo Castillo, habían solicitado pertenecer al exclusivo Club Campestre, donde convive la alta sociedad de la capital de Tamaulipas, un lugar extremadamente exclusivo y donde no entra cualquier personaje de cuna humilde.
En el, se refiere a que de acuerdo al comité de admisiones del Club Campestre, no se trató del tema económico, y que la exclusión si bien en algunos posts de Facebook apelan a cuestiones de abolengo, o linaje, este no fue determinante para el fallo.
Fue el aspecto moral, el que determinó que los tres personajes no fueran admitidos.
Y es comprensible que el Club Campestre se haya reservado la admisión de los tres solicitantes. Recordemos que un personaje tiene un expediente abierto por violencia hacia su mujer, otro tiene señalamientos de comportamientos violentos documentados en redes sociales y mientras que el tercero es el peor, cuenta con un historial negro durante su gestión como encargado de redes en el sexenio de Egidio Torre, en las dos administraciones de Lalo Gattas mientras que su esposa es acusada por extorsionar pensionados en el ISSSTE.
Así que me di a la tarea de contactar a varios conocidos empresarios para saber si la información es real o meramente un borrego*.
Las respuestas fueron afirmativas:
“Si, es cierto”
“Confirmo”
“El dato es correcto”.
Este momento debió ser humillante para los dueños actuales de Ciudad Victoria, son rechazados por la Clase Alta que no los ve como sus iguales.
El mensaje fue claro y cruel, el poner sus garras en el presupuesto de la capital para financiar dos o tres comercios no los convierte en personas gratas. Duro revés para el aspiracionismo del trío que gobierna Victoria.
Un borrego es una información falsa a fin de generar confusión entre periodistas
