Análisis / Anibal M. Silva/ Demis Santana
La salida de Gustavo Cárdenas de la toma de decisiones de Movimiento Ciudadano, abriendo paso al matamorense Roberto Lee se ha convertido en la peor ruta posible para el partido naranja en Tamaulipas.
Los nombramientos de Lee aparte de controvertidos, han restado en vez de sumar. Gustavo si bien ya no es redituable electoralmente mantenía cierta coherencia entre los preceptos políticos convencionales y lo novedoso que conlleva la filosofía naranja.
El desmembramiento de los cuadros juveniles de mediados de la década pasada, fue desfondando poco a poco la gestión Gustavista.
La salida de Horus garcía primero, Mario Ramos, Patricia y Daniela Pimentel después y el abandono de Daniel Vázquez fue dejando huecos en el recambio generacional naranja.
Es ahí donde los fronterizos levantaron la mano y tomaron poco a poco el control del partido.
Primero fue Juan Carlos Zertuche Romero, un reynosense que lo único que buscaba era caer en blandito obteniendo una diputación plurinominal, al lograr el objetivo el partido pasó a segundo término.
Después fue el turno del matamorense Roberto Lee que mediante negociaciones llegó a la presidencia estatal de Movimiento Ciudadano, ofeciendo una “limpia” y una política de “puertas abiertas”.
El innovador le dicen.
La realidad es que Roberto Lee busca la Alcaldía de Matamoros, lo demás no le importa.
Y peor, le abrió las puertas a personajes indeseables en la sociedad tamaulipeca.
El más controvertido, Luis Torre Aliyán, un vividor de poca monta que primero lucró con la posición política de su tío, Rodolfo Torre y después con Egidio Torre Cantú, durante el sexenio egidista, Luis Torre se constituyó en un ferréo defensor del priismo, beneficiando a su madre con una Notaría. Luego se volvió independiente, apoyando la aventura de Xicotencatl González Uresti dos veces, en esa misión logró llegar a una sindicatura por la vía del PAN, pero al no poder entrar en el juego de negocios del poder, decidió voltearsele al PAN y a su Alcalde, traicionándolos. Como resultado perdieron la Notaría, por lo que cambió su cachucha por la morenista, ahora apoyando en 2022 al entonces senador Américo Villarreal Anaya, logrando recuperar la Notaría de su madre en el año 2023.
Luis Torre nuevamente cambia de camiseta y se dice naranja de corazón.
Ni el Capi Orrego se atrevió a tanto.
En todas sus aventuras políticas Torre Aliyán ha quedado sin cumplir sus compromisos económicos a diversos empresarios de medios, que ya ventilaron al “abogado amigo” como tracalero.
La cereza del pastel cayó el pasado 8 de marzo de 2025, Luis Torre fue señalado como acosador sexual durante las protestas por el día de la mujer.
Roberto Lee no se pronunció al respecto. Total, una raya más al tigre.
Y como no es profeta en su tierra, Lee no puede ni siquiera arreglar las cosas en su natal Matamoros, donde fue madrugado de manera cruel por el Alcalde Beto Granados, que aprovechando el pleito interno con dos de sus regidores, ya se los llevó a Morena. Granados no podrá leer de corrido un texto, pero leyó perfecto el momento político y dejó a Roberto Lee en ridículo en la tierra de Rigo Tovar.
Jarabe de Pico
Uno de los caballitos de batalla para envolver a la gente, es que Lee le grita a los cuatro vientos “que los meros meros en Nuevo León (Colosio y Samuel) van a apoyar en las campañas”.
Mentira, acá ni siquiera saben quien es.
Y los naranjas regios están sobrepasados por las críticas a la gestión de Samuel García, calificada como la peor de la historia de Nuevo León. Así que están bastante ocupados evitando el juicio político de Samuel y que pise la cárcel, antes que atender las febriles fantasías del presidente de MC en Tamaulipas.
De lo que prometía ser la segunda fuerza electoral, sólo queda un exoesqueleto lleno de excremento.