Ante el desastre que es su gestión, el Gobernador ordena desmantelar su cuadro de colaboradores y allana el terreno para una administración alterna
Ciudad Victoria se encuentra en medio de una tormenta política. El Gobierno de Tamaulipas, encabezado por Américo Villarreal, ha dado un golpe decisivo contra la administración del alcalde Eduardo Gattás Báez. Varios de sus secretarios clave no serán ratificados y están siendo investigados por presuntos actos de corrupción, entre ellos los titulares de Obras Públicas, Tránsito, Tesorería y Comunicación Social.
Gattás, a pesar de las advertencias, parece decidido a desafiar al Gobierno Estatal, lo que no solo pone en riesgo su carrera política, sino también su libertad. Con antecedentes de incumplimientos y vínculos cuestionables, el alcalde ya ha negociado en el pasado para asegurar su reelección, incluso obteniendo su carta de antecedentes no penales mientras enfrenta investigaciones pendientes y órdenes de aprehensión.
La ciudadanía de Ciudad Victoria ha expresado su descontento y exige la destitución de Gattás, quien enfrenta crecientes denuncias de corrupción y abuso de poder. Entre los funcionarios más polémicos se encuentran Ubaldo Castillo, director de Comunicación Social, quien protagonizó un escándalo tras agredir a un periodista, y Hugo Reséndez Silva, secretario del Ayuntamiento, envuelto en escándalos personales.
¿Será este el principio del fin para el alcalde? La próxima sesión del Cabildo podría determinar su destino político y legal. La desobediencia de Gattás podría tener un costo muy alto, y el tiempo para rectificar se está agotando.