Radicales Libres || Aníbal M. Silva
Arranca nuevamente un proceso electoral más para elegir alcalde en Ciudad Victoria.
La Ciudad, en ruinas, muestra una cara deplorable desde hace ya al menos dos décadas, pero tiene al menos 30 años, en condiciones de degradación.
Ya no son baches, son calles enteras despedazadas, locales vacíos, graffitis, maleza,basura y hasta colchones forman parte del paisaje urbano de una ciudad que se presumía limpia y amable.
Y eso sin tomar en cuenta la crisis del agua.
En los noventas era considerada una ciudad modelo.
Ordenada, limpia, con una Universidad en ascenso y hasta con equipo de primera división, Victoria era una de las mejores capitales, hoy, en 2023, es la 32 de 32. Vamos, ni Chilpancingo está en condiciones de degradación como lo está Ciudad Victoria.
Sólo comparemos con los Estados vecinos, Saltillo, ya conurbada con Ramos Arizpe, se ha convertido en el motor de la economía Coahuilense, San Luis Potosí -Capital- muestra los mayores índices de desarrollo humano en el país. De Monterrey, de Monterrey ni hablemos, ya es otro nivel.
Victoria es la ciudad del no se pudo, ningún alcalde pudo mejorar las condiciones de vida de los Victorenses, Geño no pudo, Alvaro no pudo, Arturo no pudo, Etienne no pudo, Oscar no pudo, Xico no pudo, Lalo no pudo; y de los que la quieren, ni Pepe, Ni Luis, No Tico, Ni Alejandra, ni los que levanten la mano, van a poder.
Porque ese es el problema de Victoria, los mismos de siempre, haciendo lo mismo, ténganlo por seguro, van a dar los mismos resultados, un presidente municipal improvisando y desapareciendo el presupuesto, mientras la ciudad se cae a pedazos.
Se requiere un verdadero proyecto, un verdadero envión para posicionar a Ciudad Victoria en el mapa, una estrategia a mediano plazo, transparente, alineada a establecer las condiciones mínimas de desarrollo humano de cara al 2030.
Quien lo logre, tendrá algo qué ofrecer a los victorenses, cansados de vivir en una ciudad descuidada, aburrida y vieja.
